Literatura Salvadoreña Wiki
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Estudió Derecho en la Universidad de El Salvador. Fue profesor de literatura en varios colegios de secundaria de San Salvador y catedrático de Periodismo en la Universidad de El Salvador; Fue columnista de El Diario de Hoy. Fungió como jefe de la Departamento Editorial del Ministerio de Cultura en la década de 1950.

Murió prematuramente a los 48 años.

Sus poemarios publicados son:

  • Campanario (1941),
  • Nardo y estrella (1943),
  • Presencia de la rosa (1945),
  • Labrado en madera (1947),
  • Perfil en el aire (1955) y
  • Pueblo (1960).


VIDA DE RICARDO TRIGUEROS DE LEÓN

Ricardo

RICARDO TRIGUEROS DE LEÓN. Foto cortesía de Amalia Trigueros de Soundy

Por Yanira Soundy

Ricardo Trigueros fue considerado durante su juventud, como uno de los valores de más porvenir en la tierra cuzcatleca. De acuerdo a los críticos, sus obras llenan toda la pauta a seguir de los ya consagrados. El figuró en todos los medios periodísticos, editoriales y radiales de El Salvador, su frescura, sinceridad y cultura fueron únicos. Su voz irresistible le permitió trabajar en la Radio Cadena YSU como locutor y presentador crítico de obras literarias. En una ocasión la página "Girándula" de La Prensa Gráfica (Viernes 10 de mayo de 1940), dijo sobre su obra : "La emoción llega por caminos ocultos al poeta; ya por cauces del recuerdo (la maestra que le enseñó las primeras letras) o por sendas de dolor (la mujer que se queda, oscura y sola, con fiebre que martilla las sienes y cara llorada); o es la alegría que repicó sus campanas en el campanario único de la niñez perdida. En medio de todo va la línea sinuosa, irregular, de una manera de ser, de una desesperanza latiendo en el pecho de un hombre que pareciera venir de una isla de angustia."

Cuando los poetas extranjeros se marchaban de nuestra tierra, Trigueros de León los despedía, así ocurrió al irse su entrañable amigo Juan Guzmán Cruchaga : "Y el poeta encontró una tierra sonora, fácil para despertar la canción azul, y cantó. Cantó maravillosamente. A su viaje dejó un libro a Cuscatlán y esté, en cambio, le ofreció un hijo que lleva el nombre de nuestro pueblo y, enredada para siempre en su oído, la canción más tierna de nuestras campiñas.

“Trigueros de León es un muchacho que lee mucho, demasiado ; al parecer sin orden y sin selección. Y todo lo que lee se arraiga en su cerebro fuertemente. De ahí que se note de continuo en sus versos influencias diferentes...” (comento Juan Felipe Toruño)



EL PERIODISTA

Trigueros de León escribió en diversos periódicos de Latinoamérica, La Tribuna, Centroamérica; El Diario de Hoy, El Salvador; La Mañana, Montevideo; El Imparcial, Guatemala; América; La Prensa Gráfica, El Salvador; La Nueva Tribuna, El Salvador.

Eugenio Martínez Orantes, a cargo del Latino Cultural en 1987 publicó: “Ricardo Trigueros de León fue uno de los intelectuales más cultos y mejor informados que han existido en el ambiente literario salvadoreño. Nació en noviembre de 1917 en la ciudad de Ahuachapán y falleció en San Salvador el 20 de mayo de 1965. Se destacó como poeta, periodista, crítico literario y, sobre todo, editor.

Viajó por Centroamérica, Panamá, Sudamérica, México, Estados Unidos y Europa. Finalizó sus estudios de Derecho, en Madrid, España.

Fue Profesor de literatura y durante muchos años dirigió , en un periódico capitalino, una página semanal titulada: “Filosofía, Arte y Letras”. Esta página gozó de gran prestigio entre los intelectuales. Para quienes empezábamos a escribir a fines de los años 40’s y principio de los 50’s era motivo de gran satisfacción que Ricardo publicara algo nuestro, debido al prestigio que gozaba su página y a lo estricto que era él en sus selecciones.

Trigueros de León, además de ser un hombre de amplia cultura, se mantenía bien informado del desarrollo de las letras en América y Europa. Debido a ello, muchos intelectuales acudían a él a consultar cualquier tema literario. Y nadie quedaba defraudado, sino por el contrario, muy satisfecho no sólo de haber obtenido más de lo que buscaba, sino también del trato amable, característico de Ricardo.

Los temas literarios lo apasionaban tanto que era capaz de pasar muchas horas en amena tertulia acompañada de tazas de café.

En septiembre de 1953, dejó de ser Jefe del Departamento de Letras de la Dirección General de Bellas Artes, para asumir el cargo de Director de la Editorial del Ministerio de Cultura, que desempeñó durante 12 años, hasta su muerte.

En este aspecto, Ricardo se desarrolló a la perfección. Editó a los escritores salvadoreños más importantes, del presente y del pasado, salvándolos del olvido.

Todas esas ediciones fueron hechas con el más exquisito buen gusto, en magnífico papel, impresión y formato. Cada ejemplar era una obra de fina artesanía, ilustrada con el mejor de los gustos. Los elogios para esa labor, única, jamás existida en Centro América, fue elogiada no sólo en El Salvador sino en todos los países donde fue conocida.

Desdichadamente, y por razones largas de enumerar, a la muerte de Ricardo, también murió su labor. Jamás se pensó en continuar esa obra que nos había dado prestigio internacional. Y así, durante 21 años no hubo ni un solo intelectual a la cabeza de la editorial.

Tras ese vacío de más de dos décadas ha llegado por fin un hombre que si sabe de letras: el lic. Cristóbal Humberto Ibarra –galardonado varias veces por sus obras- , quién posee la capacidad necesaria para encauzar nuevamente en su auténtica labor a la Editorial del Ministerio de Cultura. Esperamos que no tenga obstáculos y que se le brinde toda la colaboración necesaria para hacerla resurgir en beneficio de las letras nacionales. S.S. 6/1/87. E.M.O”

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